Cargar un coche eléctrico con esta tecnología de la NASA puede reducir el tiempo de espera a solo 5 minutos

Aunque el coche eléctrico cada vez es más común en el mercado, lo cierto es que sus ventas siguen representando una porción pequeña al año. De hecho, en estos nueve meses de 2022 se han matriculado en España poco más de 25.000 eléctricos. Sin embargo, esto podría dar un giro transcendental si la tecnología de la NASA que permite cargar un coche eléctrico en solo 5 minutos se acaba estandarizando.

Entre las barreras que encuentran los compradores potenciales en los coches eléctricos se encuentra la autonomía, los precios aún elevados y, sobre todo, el tiempo de recarga de la batería. Muchos son los fabricantes que ya ofrecen posibilidades de carga rápida, lo que reduce el tiempo de recarga (hasta un 80%) a unos 30-40 minutos, dependiendo del tamaño de la batería. Pero, para algunos esto sigue siendo demasiado.

Investigadores de la Universidad de Purdue se han inspirado en un módulo de ebullición de flujo de la NASA para reducir la cantidad de calor que viaja a través de los cables para empujar 1.400 amperios, en lugar de los 520 amperios que se entregan en los cargadores más avanzados actuales, según informa Computer Hoy.

ESTO PODRÍA PASAR A NIVEL ENERGÉTICO SI TODO EL MUNDO SE PASARA AL COCHE ELÉCTRICO

Esta tecnología fue diseñada inicialmente para la Estación Espacial Internacional, para las naves en órbita. Sin embargo, Issam Mudawar, profesor de ingeniería mecánica en Purdue, decidió construir un prototipo en 2021 que podía cargar los coches eléctricos de una forma más rápida. Para ello, se inspiró en esta tecnología de la NASA.

Se trata de un cable de carga que puede entregar una corriente 4,6 veces superior a la de los cargadores de coches eléctricos actuales. Está integrado en un módulo que se asemeja a una estación de carga convencional. Incluye la bomba, un tubo con el mismo diámetro de un cable de carga convencional, controles de instrumentación, y las mismas velocidades de flujo y temperaturas.

La propia NASA se hizo eco de este avance tecnológico en el capo de la carga de coches eléctricos y emitió un comunicado donde se puede leer que “la aplicación de esta nueva tecnología ha resultado en una reducción sin procedentes del tiempo requerido para cargar un vehículo y poder eliminar una de las barreras clave para la adopción mundial de vehículos eléctricos”.


Fuente: www.periodismodelmotor.com

Por: Aarón Pérez

Coche eléctrico: ventajas frente a los carburantes y cómo ahorrar

Las ventas del coche eléctrico se han incrementado un 100% en los seis primeros meses de 2022 frente al año previo.

Vehículo eléctrico

El precio de los carburantes se ha encarecido notablemente en los últimos meses en España, cuyo coste se mantiene actualmente entorno a los 1,8 euros el litro, siendo la gasolina un 13% más cara que hace un año y el diésel un 25% más. Por tanto, llenar el depósito del vehículo supone un gran esfuerzo económico para la mayoría de conductores, haciendo que se planteen alternativas que les hagan ahorrar como el cambiarse al coche eléctrico.

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Fuente: www.larazon.es

Redactado por: ANDREA GARROTE

¿Qué es y cuánto cuesta instalar un cargador de coche eléctrico?

Existen dos tipos de carga doméstica para el coche eléctrico. Uno de ellos es el enchufe doméstico, y el otro, wallbox. ¿De qué se trata?

La carga doméstica es el procedimiento más extendido para recargar la batería de los coches eléctricos (VE). La mayoría de las cargas se realizan en casa, porque es la mejor manera de aprovechar las horas de descanso nocturno en las que no se utiliza el coche y, sobre todo, beneficiarse de las tarifas valle en el precio de la luz.  

El sistema de recarga en el domicilio puede ser de dos tipos: en un enchufe doméstico estándar, al que se conecta un cable suministrado con el coche o bien usando un cargador de pared especial. 

Cargar el coche en casa: enchufe doméstico

La primera opción es la más económica, puesto que no necesita una instalación en el garaje. En todo caso, se recomienda revisar y adecuar la instalación eléctrica para garantizar la seguridad del enchufe de conexión y también la potencia contratada. Así, se evitarán problemas de sobrecalentamiento o superar la capacidad de la instalación. 

No obstante, los propios cables que suministran los fabricantes de coches limitan la intensidad de carga (entre ocho y 10 amperios) para evitar este tipo de problemas. De cualquier modo, se trata de una carga lenta, ya que los enchufes normales suministran poca potencia (a partir de 2,3 kW). La carga tardará muchas horas en completarse.

Wallbox: ¿qué significa?

La mejor manera de rentabilizar un coche eléctrico es recargarlo en el propio domicilio. Eso sí, hará falta disponer en casa de un garaje, ya sea privado o comunitario, donde poder instalar un cargador doméstico. 

Wallbox (caja de pared, en inglés) es el nombre genérico para una instalación específica para cargar coches eléctricos que se adosa a la pared. Permite suministrar una potencia del orden entre 7,4 y 11 kW, mayor que los enchufes normales que por lo general proporcionan unos 3,68 kW. 

¿Cuánto cuesta montar un wallbox?

En cuanto a su precio, es variable según las características del edificio y de su instalación eléctrica, pero como media suele oscilar entre los 800 y los 1.500 euros. Tanto las administraciones locales como las propias marcas de automóviles facilitan ayudas económicas para su montaje, por lo que resulta una inversión moderada que se amortizará con facilidad. 

Sin embargo, los clientes, ya sea un particular en su domicilio o las empresas en sus centros de trabajo, se pueden beneficiar de facilidades y descuentos que ofrecen las propias marcas de coches eléctricos para fomentarlos. El plan Moves III también subvenciona parte de este gasto.

En ambos casos, la carga se realiza con corriente alterna (AC), que es la que suministran a la red las centrales eléctricas. Su baja potencia, entre 3 y 7 kW, y la necesidad de adecuarla para su almacenamiento mediante un transformador (integrado en los coches eléctricos) alarga el tiempo de conexión en torno a las ocho horas hasta conseguir una carga completa de la batería.  

¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico?

El coste de una recarga también es variable y depende de diversos factores, como el tipo de contrato que se tenga con la empresa suministradora de energía y también de la tarifa horaria aplicada. El precio medio actual de la luz es de 0,50 euros/kWh, pero si se aprovechan las horas nocturnas para cargar la batería, baja hasta 0,37 kWh.

Con lo que recargar un coche eléctrico mediano, como por ejemplo el popular Kia e-Niro, costará 24 euros, con los que podrá recorrer una distancia de hasta 463 kilómetros.

Puntos de carga públicos

Otro caso diferente es recurrir a los postes de carga públicos que suelen encontrarse en aparcamientos, grandes superficies o en las propias gasolineras convencionales. Generalmente se trata de cargadores de corriente continua (DC), mucho más potentes (entre 43 y 350 kW) y que ya no necesitan la conversión mediante un transformador para almacenar la energía en la batería.  

La diferencia de tiempo en cargar entre ambos sistemas es muy grande, entre 20 y 50 veces más rápida. Las horas que se necesitan en casa para recuperar la autonomía se convierten en minutos si se utiliza un cargador de corriente continua. 

Sin embargo, recurrir a un cargador público es por ahora de una práctica menos extendida entre los usuarios de coches eléctricos. Sobre todo, por las dificultades que supone todavía su escasa cobertura y porque suministran una electricidad más cara. Además, a menudo exigen una tarjeta de acceso específica (diferente par cada compañía eléctrica o distribuidora) para realizar y pagar la recarga. 

En los casos de recurrir a la recarga en postes públicos, será casi imprescindible planificar los desplazamientos y utilizar las aplicaciones existentes para localizar los puntos de carga, conocer su disponibilidad y reservar sus servicios.  

Tipos de conexión, diferentes e incompatibles

Además, cuando se usan los potentes cargadores rápidos, se recomienda alcanzar como máximo el 80% de su capacidad. El motivo es que el almacenamiento de energía es mucho más lento en el tramo final de la carga y somete a la batería a un sobrecalentamiento que, a la larga, la puede dañar. Asimismo, hay que evitar en lo posible que se agote por completo. Para preservar su eficacia a lo largo del tiempo, lo ideal es mantenerla siempre entre el 20% y el 80% de su capacidad. 

Otro quebradero de cabeza para los usuarios de coches eléctricos lo causan los propios sistemas de recarga. Como pasó con la llegada los móviles, los fabricantes utilizan sistemas incompatibles entre sí y que sólo sirven para unos modelos determinados de coche. Las tomas más habituales que se utilizan para recargar los coches eléctricos son:

  • Doméstico AC monofásico: 3 kW
  • Tipo 2 AC trifásico: de 3 a 43 kW, la más común en Europa
  • Tipo 4 CHAdeMO DC: 50 kW
  • Tipo 4 DC Combo CCS: (50 kW o más).

Fuente: motor.elpais.com

Redactado: JUAN LUIS SOTO

El futuro del coche eléctrico pasa por la carga rápida y ultra rápida

Entre la autonomía y la carga rápida de los coches eléctricos están las principales trabas de que su masificación no termine de cuajar. Claro, además de los costos de las unidades, que van en descenso.

Pero la tecnología avanza y de a poco el sector se ha ido acercando a esa realidad. Hoy, las estaciones de carga ultra rápida para vehículos eléctricos están en auge, a medida que la adopción de vehículos eléctricos es mayor, igual lo será la necesidad de una red de estaciones de recarga rápida en los que los conductores puedan repostar sus vehículos de forma confiable.

Pocos dudan que los coches eléctricos serán los que predominen en las carreteras de un futuro próximo, pero hay tareas por hacer.

Hay avances, hace poco se habló de una carretera probada exitosamente en Italia, que eléctrica al vehículo mientras la transita, sin usar la reserva en batería.

También los modelos de coches eléctricos están en constante mejora de sus prestaciones y la capacidad de sus baterías.

Los cargadores ultrarrápidos de corriente continua (DC) son mucho más eficientes que los puntos de recarga en poste y los wallbox de corriente alterna (AC) y tardan entre 15 y 45 minutos en cargar la mayoría de los vehículos eléctricos hasta un 80%, lo que hace que la carga sea mucho más efectiva y fácil.

Fuente: Alejandro Villalobos.


¿Por qué no viajamos ya todos en coches eléctricos?

Según datos facilitados por el Observatorio del Transporte y la Logística en España (OTLE), el 25 % del global de las emisiones de gases de efecto invernadero en España son provocadas por el transporte por carretera de vehículos de combustión interna, superando a las emisiones por actividad industrial (20,8 %), la agricultura (14 %) y la generación de energía eléctrica (11,8 %). Por este motivo la descarbonización del transporte es una de las acciones prioritarias en las estrategias de sostenibilidad.

Recarga coche eléctrico

La electrificación consistiría en evolucionar hacia vehículos propulsados por motores eléctricos. Esta transición debería ser sencilla y fluida. Sin embargo, está siendo todo lo contrario: escasa, compleja y muy lenta.

Los motivos son las barreras al cambio provocadas por la comparación con los vehículos de combustión, con los que llevamos conviviendo más de cien años. En el ámbito del usuario del vehículo existen tres barreras fundamentales:

  • la autonomía del vehículo,
  • la velocidad del proceso de recarga,
  • y la disponibilidad de puntos para realizar dicha recarga.

En el ámbito económico, el precio del vehículo también supone una barrera importante. Por último, en el plano energético, la posibilidad de sobrecarga del sistema eléctrico podría ser un problema a tener en cuenta.

Autonomía y puntos de recarga insuficientes

El vehículo 100 % eléctrico actualmente no proporciona las mismas prestaciones que su equivalente de combustión. No tiene la misma autonomía, aunque se ha mejorado en este aspecto.

Los modelos eléctricos están dentro del rango de 150-400 km de autonomía, incomparable con los modelos de gasolina y diésel actuales. Para aumentar la autonomía es necesaria una batería con capacidad para almacenar entre 50 y 90 kWh de energía. Esto supone también un incremento del coste del vehículo.

El proceso de recarga disponible en la actualidad es mayoritariamente lento, aunque en los vehículos ya es posible acceder a recarga rápida y superrápida. Los puntos de recarga estarían mayoritariamente en las llamadas electrolineras.

Todo esto nos lleva a la última barrera: el despliegue actual de puntos de recarga es insuficiente. La realidad es que a día de hoy existen menos de 15 000 puntos de recarga en España cuando se deberá estar en torno a los 100 000 en 2023.

Con respecto al ámbito económico, el vehículo eléctrico sigue siendo más caro que los vehículos de combustión equivalentes. No obstante, esa diferencia se podría subsanar en parte si se analizara el coste total en toda su vida útil y el ahorro que se conseguiría en combustible.

Problemas en la red eléctrica

Finalmente, en el plano energético, la electrificación del transporte supone un problema cuando el proceso se escala. Actualmente las pretensiones de incorporación de vehículos eléctricos son las incluidas en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Entre ellas figura el objetivo de alcanzar los cinco millones de vehículos eléctricos en circulación. Con esa cifra de vehículos la red eléctrica puede sostenerse sin ningún problema, dado que la demanda no sería elevada, pero no representa un verdadero proceso de electrificación de una flota de 27 millones de coches de combustión.

Si se resolvieran las barreras de los usuarios, aportando gran autonomía, recarga de forma rápida en estación de servicio y a cualquier hora, se podría llegar a popularizar el vehículo eléctrico a nivel de ventas. Esto llevaría a una situación mucho más incierta desde el punto de vista de la estabilidad de la red eléctrica.

Actualmente la red soporta una demanda perfectamente definida y controlada que el sistema puede prever y representar en forma gráfica (línea verde en el gráfico que sigue a este párrafo). Se puede apreciar cómo esa línea se solapa con la curva de demanda real (línea amarilla) y también que la máxima potencia demandada por el sistema un día aleatorio son 31 000 MW aproximadamente (curva de 2 de junio de 2022).

La electrificación del transporte estaba inicialmente orientada hacia modos de recarga lenta o semirrápida (entre 3,7 kW y 22 kW) y en periodos nocturnos, entre las 22 h y las 8 h, donde la demanda es más baja. La curva verde subiría en ese período del día, pero el sistema sería controlable.

La red eléctrica de España tiene una capacidad para abastecer con electricidad a las empresas, servicios y ciudadanos en todo momento. Se llama potencia instalada y es del orden de 115 000 MW. Como se puede ver, si aumentamos el porcentaje de vehículos (de un 2 a un 4 %) o la rapidez de la recarga (de 100 kW a 200 kW) los números se disparan y los posibles picos de demanda podrían superar hasta la potencia instalada.

Con todo esto lo que se aprecia es que la complejidad y las colateralidades existentes dificultan mucho el proceso de electrificación del transporte por carretera, que a día de hoy parece estar bastante lejos de producirse.

El vehículo eléctrico deberá desplegarse y ocupar el lugar que le corresponde, aunque puede que su función no sea sustituir masivamente al de combustión. Es posible que nos encontremos ante un paso intermedio a la espera del desarrollo del vehículo de hidrógeno. Aun así, para asegurar la sostenibilidad del transporte, más allá de implantar fuentes de energía alternativas, debemos reducir de manera progresiva la dependencia actual del coche particular y comenzar a usar más y mejor el vehículo compartido, el transporte público, la bicicleta y las nuevas iniciativas que sin duda están por llegar.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Fuente original: Roberto Álvarez Fernández, Profesor. Ingeniería eléctrica y movilidad sostenible, Universidad Nebrija.

Puntos de recarga para vehículos eléctricos: los negocios pueden instalarlos y aumentar sus ingresos

La instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos puede ayudar a que los autónomos generen más ingresos. Además, está financiada por el Estado en un 70%.

Recarga coche eléctrico.

Todas aquellas personas que desempeñen una actividad por cuenta propia pueden incrementar sus ingresos con los planes de movilidad eléctrica. La instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos se ha convertido ya en una nueva vía de negocio que podría suponer para los autónomos un notable aumento de sus ingresos. Se trata además de una opción que se encuentra financiada hasta en un 70% por el Estado a través del plan MOVES III.

El director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), Arturo Pérez de Lucia, alertó sobre esta posible oportunidad de negocio. Según su forma de ver, los autónomos podrían verse beneficiados de dos manera de las ayudas que promueve el Plan MOVES de la instalación de cargas: con la instalación del punto o puntos de carga de forma independiente o firmando un acuerdo con un operador de recarga.

Opción 1: instalando un punto carga en su negocio

Según Pérez de Lucia, la primera opción que tienen los autónomos para generar ingresos a través de la movilidad eléctrica es poniendo ellos el punto de carga, cobrarlo y gestionarlo por sí mismos. Este sería el caso, por ejemplo, un restaurante que decida instalar un punto de carga al lado de su establecimiento. Podrá aportar ese valor añadido al cliente al permitir que este pueda parar a comer mientras carga su coche. O dicho de otra forma, los que paren a repostar en su punto de carga podrán utilizar su restaurante. 

Opción 2: firmar un acuerdo con un operador de recarga 

La segunda opción que propuso el experto es llegar a un acuerdo con un operador de recarga que quiera, por el interés que tiene el emplazamiento de ese negocio, instalar una infraestructura de carga pagando una tasa a dicho negocio por la disponibilidad del espacio. En este segundo caso, el operador es el que se encarga de toda la gestión y la inversión”, explicó Pérez.  En otras palabras, con este segundo modelo de negocio, los operadores de recarga pagarían un alquiler por el espacio, que permitiría obtener unos ingresos fáciles y fijos a los autónomos que se decanten por esta vía. “En este caso es importante que se trate de una ubicación estratégica, para que el operador considere que es interesante y decida invertir en dicho emplazamiento” dijo el director general de AEDIVE.

En cualquier de las opciones, Pérez de Lucia cree que los emprendedores deberían apostar por el auge del vehículo eléctrico debido al crecimiento exponencial que tienen de matriculaciones. De hecho, el director general de AEDIVE señaló que “mientras la matriculación de vehículos de combustión está decayendo, la de vehículos eléctricos está creciendo. Por tanto, crece el número potencial de clientes a los que se les puede ofrecer un servicio y va generando mayor interés”. En concreto, el pasado año se matricularon en España 27.769 coches eléctricos, lo que supuso un aumento del 37,8% con respecto al año anterior.

La inversión no es realmente algo que pueda suponer un problema

“La inversión no es realmente algo que pueda suponer un problema, porque puede además disponer de la potencia que ya tiene contratada ese centro y si pone, por ejemplo, un punto de carga de baja o mediana potencia, el cliente en ese tiempo podrá comer y tendrá el valor añadido de cargar su batería. Lo mismo podría pasar en el caso de un supermercado”, destacó Pérez. 

Estos casos son muy diferentes al modelo de negocio de las estaciones de servicio. “Si tienes una estación de servicio en itinerancia en la carretera, lo que te interesa es poner un punto de carga rápida para dar respuesta a las necesidades en viaje de los usuarios de vehículo eléctrico, asociado también a ese pago del coste de la recarga y a disponer quizás de algún sitio de vending, algún restaurante adicional, donde además los clientes consuman. Al final, sencillamente se trata de que los autónomos, en el caso de las estaciones de servicio, permitan que el usuario del vehículo eléctrico siga viendo las estaciones de servicio como el lugar de referencia donde repostar”, indicó.

Si el modelo de negocio del autónomo implica que tenga un aparcamiento con determinadas plazas de aparcamiento, “hay que tener en cuenta que la legislación obliga a instalar puntos de carga. Al menos tiene que haber un punto de carga por cada 40 plazas, es decir, en aquellos establecimientos en los que haya 40 plazas o más, la instalación es obligatoria por ley”, según Arturo Pérez.

Ayudas para la instalación de puntos de carga destinadas a los autónomos

El mundo hacia el que vamos es un mundo basado en servicios y, por lo tanto, la instalación de puntos de carga eléctrica es un valor añadido para aquellas personas que tienen un vehículo eléctrico y tienen la necesidad de recargarlo. Con el objetivo de motivar a los autónomos, se ha lanzado una línea de ayudas para este colectivo, enmarcadas dentro del plan MOVES III, un programa de incentivos a la compra de vehículos eléctricos y a la instalación de puntos de recarga. Dicho programa cuenta con un presupuesto inicial de 400 millones de euros, que podrían ampliarse en los próximos años hasta 800 millones.

Moves III

En concreto, los autónomos podrán recibir una ayuda del 70%, que aumenta hasta el 80% en caso de que la ubicación en la que se va a instalar el punto de carga se encuentre en un municipio de menos de 5.000 habitantes. 

El límite de la ayuda se establece por el reglamente de minimis -ayudas concedidas por los Estados miembros de la Unión Europea-, ya que la cuantía de la subvención o ayuda acumulada que haya percibido por el concepto de minimis en el ejercicio actual y en los dos ejercicios anteriores, no podrá exceder la cantidad de 200.000 euros. Para aquellos autónomos que realizan operaciones por cuenta ajena de transporte de mercancías por carretera, el límite se fija en 100.000 euros.

El reglamento no permite acceder a las ayudas para la instalación de puntos de recarga a los autónomos dados de alta en las siguientes actividades:

  • Producción, transformación y comercialización de productos de la pesca y de la acuicultura
  • Producción primaria de productos agrícola

La ayuda deberá solicitarse a través de los portales web de cada comunidad autónoma y, dependiendo de lo que indique cada convocatoria, podrá hacerse de forma directa o a través de una entidad colaboradora.

En el momento de la solicitud, los autónomos deberán presentar el Certificado de alta en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores, el certificado que muestre que se está al corriente con las obligaciones tributarias y con la Seguridad Social, una declaración responsable de estar al corriente de pago, una declaración de que no se dispone de otras ayudas para la misma actuación o bien bajo el régimen de minimis en los últimos 3 años, así como la memoria descriptiva de la instalación. 

Artículo original de MARTA ESCRICHS

Origen: www.autonomosyemprendedor.es


El problema del coche eléctrico: al ritmo actual, en 2030 tendremos un 0,3% de los puntos de recarga necesarios

La Unión Europea espera que en 2030 se hayan reducido las emisiones contaminantes de CO2 de los automóviles en un 37,5%, respecto a lo que los tubos de escape expulsaron en 2021. Para conseguirlo, el Gobierno tiene definido el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Un proyecto que, sin embargo, está muy lejos de los objetivos propuestos.

Recarga coches eléctrico.

En el PNIEC se realiza una fotografía completa de la situación energética de nuestro país, los retos a los que nos enfrentamos y los medios para conseguir los objetivos. En él se recogen objetivos tanto para la reducción de consumo de combustibles fósiles como para limitar nuestra dependencia energética.
Según las estimaciones gubernamentales, para conseguir los objetivos deseados es necesario que el parque móvil español alcance en 2030 unas cifras de tres millones de automóviles altamente electrificados. De ellos, el 70% deberían ser eléctricos y el 30% híbridos enchufables. La Unión Europea, por su parte, reclama que, para 2030, el 40% del parque móvil español lo representen vehículos
eléctricos o híbridos enchufables.

Sin embargo, desde ANFAC tienen sus dudas de que estos objetivos puedan cumplirse. Según los de su Barómetro de Electromovilidad, entre enero y marzo de 2022 se registraron 17.704 turismos electrificados. Es un 14,8% de los turismos electrificados que se deberían conseguir en 2022, pues la cifra deseada cuando termine el año es de 120 automóviles de este tipo. A este ritmo, en 2030 tendremos un
3,3% de los automóviles electrificados que deberíamos tener
.

Puntos de recarga en España

La fotografía es todavía más problemática si atendemos a los puntos de carga. La Comisión Europea apunta a que es necesario un punto de carga por cada 10 automóviles eléctricos o híbridos enchufables. ANFAC, sin embargo, apunta a que son necesarios 10,3 puntos de recarga por cada 1.000 personas en edad motorizable.
Y los datos son aún peores si los comparamos con el número de automóviles registrados. Entre enero y marzo de 2022 se instalaron 833 puntos de recarga pública. A finales de este año, deberíamos contar en España con 45.000 puntos de recarga pública. En estos momentos hay 13.411 enchufes, un 2,6% de los que deberíamos tener en diciembre de 2022. Pero es que, a este ritmo, en 2030 sólo contaremos con un 0,3% de enchufes de los 340.000 accesos públicos que deberíamos tener, según la asociación de fabricantes.

Puntos de recarga en Europa

Dicen que mal de muchos… y lo cierto es que España está muy lejos de cumplir sus objetivos pero es que el resto de países europeos no está mucho mejor. En su Barómetro de la Electromovilidad, ANFAC señala que España ha mejorado el indicador de su infraestructura en 0,7 puntos respecto al último informe de 2021. En estos momentos, nos situamos en una nota de 4,8 sobre 100.
Noruega es el único país que cumple, con 114 puntos. Países Bajos es la segunda región más avanzada, pero cuenta con una valoración de 47 puntos. Alemania, el tercer país con mejor nota, ya queda en un 12,9 sobre 100. La media de la Unión Europea son 9,8 puntos y Reino Unido, Portugal, Francia o República Checa tienen mejores datos que España.
Si se tienen en cuenta los puntos de recarga respecto a la población en edad motorizable, España cae hasta los 4,3 puntos. Una clasificación en la que nadie cumple. Países Bajos se sitúa en 74,8 puntos y Noruega en 65,8. La media europea, aquí, está todavía más alejada, pues se incrementa hasta los 10,8 puntos, por lo que la brecha es aún mayor.

Objetivos

Aunque ANFAC registra que el número de eléctricos e híbridos enchufables sólo será de un 3,3% en nuestro país de los objetivos marcados para 2030, es esperable que éstos aumenten en los próximos años
. Hay que tener en cuenta que los vehículos de combustión verán drásticamente reducida su oferta con la nueva normativa Euro 7 , que obligará, en la práctica, a dejar estos automóviles a un lado.

Sin embargo, la infraestructura de recarga sí presenta más problemas. El Gobierno lleva tiempo queriendo estimular la instalación de cargadores. En los garajes comunitarios, el usuario de coche eléctrico sólo necesita avisar de la instalación a los vecinos. También han sido declarados como Bien de Interés Público
para facilitar las gestiones. Y en 2023 se quieren tener disponibles 100.000 puntos de carga públicos.

Y, pese a todo, España está lejísimos de los datos esperados. Europa, además, necesita instalar 14.000 puntos de carga semanales para hacer viable el despliegue del coche eléctrico pero el ritmo es de 2.000 puntos cada siete días. Con la Unión Europea presionando para vender vehículos altamente electrificados y una infraestructura de recarga que no crece al ritmo esperado, podemos encontrarnos con un importante cuello de botella muy pronto.

Fuente: www.xataka.com


Qué necesito para cargar un coche eléctrico en mi casa

Esta es una de las preguntas que nos hacemos cuando estamos valorando dar el salto al coche eléctrico. Hay que tener en cuenta las características concretas que tienen muchos hogares que hacen que plantearse una adquisición de este tipo de vehículos sea algo más complejo que acudir a un concesionario. Y en buena parte lo es por lo que supone instalar un punto de carga en casa.

Dependiendo del tipo de parking que disponemos, la instalación de un punto de recarga puede ser más sencilla, como en el caso de una vivienda unifamiliar, ya que solo dependemos de nuestra infraestructura y algo más complicada en el caso de aparcamientos comunitarios, puesto que la plaza de parking está compartida con otros.

En cualquier caso, la base de todo el proceso la vas a encontrar en la ITC BT 52 o lo que es lo mismo, «Instrucción Técnica Complementaria» (ITC) BT 52 para «Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos».

Punto de recarga coche eléctrico.
Punto de recarga coche eléctrico

Punto de recarga en vivienda unifamiliar

Este proceso es más sencillo, pero también debemos tener en cuenta que no es lo más normal. Aquí tenemos más libertad para instalar el cargador tanto al aire libre como en interior. Todo queda a nuestra elección.

Si tenemos un parking particular, puede que tengamos ya disponible un enchufe convencional (toma schuko) que se puede usar para recargar el coche. El problema de este sistema son los límites de potencia que impone la instalación, que suele estar limitada a 10 A y unos 2,3 kW de potencia. Esto se traduce en unos enormes tiempos de recarga.

No obstante, lo más adecuado y lo que dice la normativa, es instalar un circuito exclusivo desde el contador de la vivienda hasta la ubicación del punto de recarga con el objetivo de mejorar la seguridad de la instalación. Debe estar bien dimensionada, con protecciones eléctricas dedicadas y con puntos de carga que puedan soportar la intensidad requerida durante los largos periodos de tiempo que vamos a tener el vehículo cargando.

Punto de recarga en parkings comunitarios

Si quieres instalar un cargador en tu plaza de aparcamiento, la que se corresponde con tu piso, debes en primer lugar informar a la comunidad (al presidente o administradores) de tus intenciones para instalar un punto de carga. Es un simple acto protocolario, pues según Ley de Propiedad Horizontal no hay que someter la instalación a la aprobación de una junta de propietarios. Se nos darán dos casos básicos de configuración:

Lo normal es que el parking esté en el mismo bloque donde vivimos. En este caso la normativa permite tender un cable desde el contador de la vivienda hasta la plaza de garaje. De esta forma el suministro eléctrico de punto de carga y de piso será compartida y todo aparecerá en la misma factura. Con este sistema no será necesario dar de alta un nuevo punto de suministro. Aunque la normativa lo admite, no es fácil llevarlo a cabo si estas viviendo en pisos altos y alejados de la plaza de parking, y al mismo tiempo, debes tener en cuenta que en función de la potencia contratada y del tipo de punto de recarga a instalar, quizás es necesario aumentar la potencia contratada para evitar cortes de luz. Es algo que tendrás que valorar calculando la potencia que necesitas.

Ya sea que tu plaza de parking esté en el mismo edificio o no pero vas a utilizar las infraestructuras comunes, en este caso habrá que solicitar primero permiso a la comunidad de propietarios y que aprueben en una junta de vecinos la posibilidad de conectar un punto de recarga a las zonas comunes.

Se trata de instalar un contador secundario enlazado al punto de suministro del garaje, el que da la luz a las zonas comunes. Aquí será la comunidad la que luego repercutirá el gasto correspondiente el cargador que hemos asociado a nuestro punto de carga. Además, estarás sujeto a la tarifa de suministro eléctrico que tenga contratada la comunidad de vecinos.

Una tercera opción supone solicitar a la distribuidora que instale un nuevo punto de suministro que irá asociado a otro contador y por lo tanto al final tendremos una nueva factura eléctrica sólo para el contador del punto de carga. Frente a la opción anterior, en este caso podemos elegir la tarifa a la que te acoges para cargar tu vehículo.


Barcelona entre las mejores ciudades de Europa para tener un coche eléctrico

La primera ciudad española en el ranking es Barcelona, que aparece en sexta posición gracias a que el 60 % de sus sitios de carga son gratuitos. Es en este sentido la tercera cifra más alta de Europa, sólo por detrás de las primeras dos ciudades de la lista. Barcelona también es un 50% más barata que Madrid, que ocupa el décimo tercer puesto de la clasificación y en donde solo el 20% de los cargadores son gratuitos, siendo los de pago un 8% más caros que en la ciudad condal. El estudio ha sido realizado por la web especializada uswitch.com.

Barcelona, la mejor ciudad española para la movilidad eléctrica.
Barcelona, la mejor ciudad española para la movilidad eléctrica

Los criterios que han tenido en cuenta para elaborar el ranking son: el porcentaje de puntos de carga gratuita, el precio medio de la energía, la potencia promedio de recarga y la distancia media que separa los cargadores.

Reikiavik (Islandia), Glasgow (Escocia) y Lisboa (Portugal) son, por este orden, las ciudades europeas mejor equipadas para utilizar un vehículo eléctrico, según la clasificación elaborada por la web especializada uswitch.com.

Pero es necesario seguir avanzando para lograr los objetivos marcados por la Unión Europea.